El diagnóstico de Cardiomiopatía Cirrótica está basado en la presencia de cirrosis hepática avanzada con alteraciones de la función cardíaca sin cardiopatía pre-existente, pero en gran parte de su evolución natural ésta es subclínica. Por ello son imprescindibles los estudios complementarios no invasivos para confirmar el diagnóstico y su rol pronóstico en pacientes con o sin trasplante hepático. En esta segunda parte revisamos los métodos de diagnóstico desde el ECG hasta las imágenes de resonancia magnética cardíaca.